Tras la muerte de José “Pepe” Mujica, cabe preguntarse ¿quién fue y cómo será recordado? La prensa internacional lo ha definido en muchas ocasiones como “el presidente más pobre del mundo”. Se movilizaba en su viejo Escarabajo Volkswagen modelo 1987 y donaba el 90% de su sueldo de 260.200 pesos uruguayos, cerca de 12.000 dólares, a los pobres.
Sin embargo, él afirmaba que no era pobre, que su austeridad era su “manera de luchar por la libertad” sin estar atado al consumo capitalista. “¿Qué es ser libre? Es gastar la mayor cantidad de tiempo de mi vida en las cosas que a mí me gustan. Si me multiplico las obligaciones, a Dios con mi libertad.”
Por su parte, la revista británica Times Higher Education lo denominó en 2015 como el “presidente filósofo”. Esta descripción tal vez sea la más acertada, dada la profundidad de sus reflexiones y su forma de ver la vida. Sobre sus creencias religiosas, dijo en una entrevista para la BBC en 2012: “no tengo religión, pero soy casi panteísta: admiro a la naturaleza.”
Mujica falleció una semana antes de cumplir los 90 años. En su extensa y tumultuosa vida, pasó de guerrillero tupamaro a estar 15 años aislado en prisión y más adelante a ser presidente de su país. ¿Cómo fue la vida de aquel “viejito bonachón” que hacía reflexiones en contra del consumismo capitalista y reivindicaba el tiempo libre del ser humano?
Sus inicios en la política
José Alberto Mujica Cordano nació en Montevideo el 20 de mayo de 1935. Durante gran parte de su vida se dedicó al cultivo de flores en su chacra. Luego de terminar la escuela primaria empezó la secundaria, pero nunca la terminó. Por influencia familiar, ingresó a militar en el Partido Nacional, conocido como “los blancos”. Un partido nacionalista y conservador del cual llegó a ser secretario general de la juventud.
Más tarde se separó de “los blancos” para unirse al Movimiento de Izquierda Revolucionaria, una corriente de tinte maoista. Tiempo después fundó el grupo Unidad Popular, que junto con el Partido Socialista del Uruguay y el grupo Nuevas Bases fundaron en 1962 el “Coordinador”, germen de Tupamaros dirigido por Raúl Sendic Antonaccio.
La etapa guerrillera y años de cárcel
En 1963 se formó oficialmente el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros. El pragmatismo fue uno de los rasgos característicos de Tupamaros. Uno de sus lemas principales fue “Los hechos nos unen, las palabras nos dividen”. Mujica dijo sobre el MLN-Tupamaros: “más que una guerrilla, somos un grupo de políticos con armas”. En diferentes combates, recibió seis balazos y fue detenido varias veces, en dos de las cuales llegó a fugarse.

Los tupamaros se convirtieron rápidamente en una de las guerrillas urbanas más importantes de América. Su funcionamiento, así como la lucha contra el ejército se muestran en la película Estado de sitio, de 1972. Un film franco-italiano dirigido por Costa-Gavras que denuncia muy tempranamente las torturas ilegales de los militares y la presencia de EEUU en la conformación del terrorismo de estado.
Mujica fue detenido por el ejército en 1972. Tras el golpe de Estado ocurrido en Uruguay en 1973 Tupamaros quedó desarmados política y militarmente y quedaron fuera de todo protagonismo social.
Desde 1972 hasta 1985 Mujica permaneció detenido en un completo aislamiento, sufriendo torturas y privado del contacto humano. Junto con otros líderes tupamaros, se encontraba en situación de rehén, lo que implicaba que sería ejecutado por el gobierno si el MLN retomaba la lucha armada. Su período de encarcelamiento fue retratado en la película La noche de 12 años, del director y guionista Álvaro Brechner.
El 8 de marzo de 1985 Mujica fue liberado gracias a la amnistía establecida por la Ley 15.737. Afirmó mucho años después que se convirtió en quien era gracias a ese período de cautiverio, sin esa experiencia “sería más futil, más frívolo, más superficial”. No guardó ningún rencor hacia sus captores y torturadores.

En una entrevista con el periodista argentino Jorge Fontevechia en 2021 declaró: “Hace mucho tiempo que acuno dentro de mí mismo la lucha contra el fanatismo. El fanatismo envilece porque es generador de odio y el odio es una postura muy negativa del ser humano, porque es tremendamente destructor. Tiene en común con el amor que es ciego y la ceguera es una forma de estupidez. […] En alta política es un mal mayor vivir con odio, pero en las relaciones humanas es peor, porque nos llena de imbecilidad.”
El regreso a la democracia y el giro hacia la centroizquierda
Durante el regreso a la democracia, Mujica buscó reorganizar a Tupamaros e impulsar la lucha contra las leyes que garantizaban la impunidad de los militares. En 1989 creó el Movimiento de Participación Popular (MPP) el cual ingresó al Frente Amplio el mismo año. Dentro del MPP Mujica representaba, junto con Eleuterio Fernandez Huidobro, el ala que buscaba una mayor apertura política hacia el centro, a diferencia de Jorge Zabalza que pretendía mantener el carácter de extrema izquierda tradicional de la organización.
En 1994 Mujica resultó electo diputado y su figura comenzó a alcanzar una proyección nacional. Concurría al Congreso desde su chacra en moto, lo que lo diferenciaba del resto de los legisladores y lo hacía ver más cercano al pueblo, distinto al resto de los políticos.
Tras las elecciones de 1999, donde el MPP tuvo un gran éxito, Mujica pasó de la Cámara de diputados al Senado. En 2001 el Frente Amplio ganó las elecciones y llegó al gobierno con Tabaré Vasquez como presidente. En esa ocasión, Mujica fue el senador más votado, no obstante, no asumió dicha banca y se convirtió en ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, puesto que ostentó entre el 2005 y 2008.

Siendo ministro, impulsó una ampliación de las exportaciones, permitiendo que productores pequeños y medianos pudieran llevar sus productos al mercado mundial. También subsidió el mercado interno de carne vacuna para bajar sus precios, política que fue conocida con el apelativo de “el asado del Pepe”.
La convivencia política dentro del Frente Amplio no siempre fue armónica. El ministro de economía, Danilo Astori, de matriz liberal, era partidario de unirse al Tratado de Libre Comercio con EEUU impulsado por el entonces presidente George Bush (hijo). El choque de intereses fue fuerte, pero la postura de Mujica, defensor del comercio regional con el resto de Sudamérica, acabó imponiéndose.
En 2008 Vázquez señaló a Astori como su sucesor, entendiendo que garantizaría la continuidad de su legado político. Pese a esto, Mujica, en alianza con el Partido Comunista y otras corrientes de la izquierda dentro del Frente Amplio, logró ganar el apoyo del Congreso Extraordinario de dicha fuerza política llevado a cabo el 13 y 14 de diciembre y convertirse en su candidato a presidente para las elecciones de 2009.
El “Pepe” en la presidencia
El 22 de noviembre de 2009 ganó las elecciones presidenciales contra Luis Alberto Lacalle con el 52 % de los votos. Realizó su jura como presidente el 1 de marzo de 2010 en el Palacio Legislativo. El juramento se lo tomó su esposa, Lucía Topolansky, dado que ella era la primera senadora. Mujica y su pareja, decidieron no hacer uso de la residencia presidencial y seguir viviendo en su chacra.
Para el orden político uruguayo, no dejaba de ser incómodo que un ex tupamaro llegase a la presidencia, pero su apoyo popular era indiscutido. Durante su mandato, el nivel de vida de los trabajadores se elevó parcialmente y se mantuvo estable, gracias al control del aumento de los precios.

Desde el comienzo de su presidencia, apuntó a que esta se centrase en cuatro ejes, los que deberían trascender a su gestión y a la fuerza política gobernante. Para esto, convocó a la oposición a integrar comisiones mixtas que trabajarían en conjunto por aquellos objetivos. Los cuatro ejes eran educación, seguridad, medio ambiente y energía.
Con el objetivo de proporcionar vivienda a los más necesitados, Mujica lanzó en junio del 2010 el Plan de Integración Socio-Habitacional “Juntos”. El presidente uruguayo afirmó que no se trataba solo de un programa de viviendas más sino de un plan de ética y una visión de futuro. La legalización del aborto, la aprobación del matrimonio igualitario y la despenalización y regulación del consumo de marihuana fueron medidas de corte progresista que marcaron hitos de su gobierno.

En el plano internacional, su política se centró en afianzar los lazos con los países de la región. Según la Confederación Sindical Internacional, Uruguay se convirtió en el país de América con mayor respeto a los derechos fundamentales del trabajador.
Durante su mandato la relación de Mujica con el kirchnerismo en Argentina fue históricamente buena, incluso logró romper la tensión que existía con el gobierno de Tabaré Vazquez por la instalación de papeleras en Fray Bentos. No obstante, durante un acto realizado en Sarandí Grande en 2013, Mujica comentó al intendente de dicha localidad su opinión sobre Cristina Fernández sin saber que los micrófonos continuaban encendidos. Se le oyó decir: “Esta vieja es peor que el tuerto [refiriéndose a Néstor Kirchner] El tuerto era más político, esta es terca.”

Su vida después de la presidencia, su muerte y su legado
Tras concluir su mandato presidencial en 2015 Mujica volvió a ser senador hasta el 2020. En ese año anunció oficialmente su retiro de la actividad política. Hacia abril del 2024 hizo público que padecía cáncer de esófago. En enero de 2025 anunció que ya no se seguiría sometiendo al tratamiento y falleció el 13 de mayo.
Su funeral se realizó entre los días 14 y 15 de mayo en el Palacio Legislativo de Montevideo y duró 36 horas. A él asistieron miles de uruguayos a despedir a su ex presidente con emotivas muestras de afecto y gratitud. Se hicieron presentes mandatarios de la región como el presidente de Brasil, Lula Da Silva, y el presidente de Chile, Gabriel Boric. A modo de homenaje se cantó la canción popular titulada “A Don José”, originalmente escrita en honor a José Gervacio Artigas, pero resignificada para despedir a Mujica.

En estas palabras pronunciadas tiempo antes de su muerte, pareció sintetizar su historia y pasar su legado a la próxima generación: “Mi historia personal, la de un muchacho que quiso cambiar el mundo, que como otros intentó cambiar su época, su mundo, tras un sueño de una sociedad libertaria y sin clases. Mis errores en parte son hijos de mi tiempo, obviamente los asumo, pero hay veces que me grito con nostalgia ‘¿quién tuviera la fuerza de cuando éramos capaces de abrevar tanta utopía?’.”