Un colectivo atropelló a un hombre en Recoleta, en una nota de Wired dicen que las personas están usando las IA para conversar mientras están en sus viajes lisérgicos de drogas sintéticas, el viernes salgo a una fiesta swinger y estoy escribiendo una novela autobiográfica. Todo eso me estimula más que la realidad nacional, salvo por un hecho: que a Milei se le empieza a complicar la vida. Esta nota es de las pocas cosas que vas a leer que es imposible escribir con inteligencia artificial.
Caputo y Fantino se quisieron mandar una operación y se les volvió como un bumerán. El ministro y el streamer tuvieron un off que en realidad era un on, en el que acusaban de golpistas a los gobernadores por impulsar una serie de proyectos en el Senado que buscan proteger un poco a sus provincias de la motosierra de Milei.
Según Fantino, que habla por Caputo, estas medidas, en las que se habla de coparticipación y esas cosas que hacen que los gobernadores puedan pagar los miserables sueldos docentes, van a lograr que el riesgo país suba por encima de los mil puntos y que el dólar rompa la banda. Esto es una hecatombe, la vuelta de la inflación y lo que ya sabemos.
En el relato de Fantino, todo se resolvería en octubre, cuando Milei “pasee en chota” a la oposición (aclaro que es una extraña metáfora de victoria electoral) y los gobernadores de mandrilandia le vuelvan a tener miedo, se plieguen nuevamente al Gobierno y todo siga tan bien como hasta ahora.
Las declaraciones de Fantino tuvieron el efecto contrario y los mercados empezaron a generar preocupación. Hubo llamadas y Toto Caputo tuvo que salir a aclarar todo en el programa amigo de Luis Majul. En realidad, el ministro repitió que los mandriles quieren hacer saltar el déficit cero del Gobierno para desestabilizarlo.
La realidad es que los gobernadores y senadores mandriles hoy tendrán sesión en la Cámara Alta y todo indicaría que estos proyectos tendrán su media sanción.
En Diputados la perspectiva no es mejor. Se impulsa un proyecto de aumento a los jubilados y sigue su curso la Comisión por el Caso $LIBRA. El tema es que, si se separan los radicales y una parte del PRO se aleja por la absorción de los macristas por parte de los libertarios, sumado a que el peronismo disidente, representado por los propios gobernadores, deje de ser tan forro del Gobierno, Milei dejaría de tener los “85 héroes” que blinden los vetos presidenciales.
Si esto es así, el Gobierno empezará a dejar de gobernar los destinos del país en soledad y deberá negociar, algo que toda la oposición dialoguista le viene reclamando desde el principio, pero que tal vez, cuando efectivamente llegue el momento, la imagen de Milei sea tan mala que nadie quiera salir en la foto con el león apestoso.
Explosión e implosión
¿Cuáles son los escenarios posibles? Explosión e implosión. La primera es que las complicaciones políticas le den la pauta al FMI y a los bonistas de que Milei no tiene garantizado seguir con el ajuste y, por consiguiente, con la transferencia de recursos del Estado a la bicicleta financiera. Entonces, se corte el chorro del financiamiento externo, estalle el dólar y la inflación.
La implosión es que Trump siga prestando pase lo que pase y el ajuste continúe. Luego, la sociedad se desespera y empieza un proceso de movilización que vuelva el clima político imposible y se dé una elección anticipada o alguna salida institucional.
Obviamente, puede haber combinaciones de las dos, pero, ¿y si le sale bien? Esto sería un escenario en el que llega con préstamos, blanqueos y mucha suerte al momento en el que estalle el litio y Vaca Muerta, que rieguen de dólares la economía argentina y ahí sí triunfemos. Qué lindo, un país de bajísimos salarios, con aún mayor concentración de riquezas y ningún derecho laboral. Algo así como la Argentina agroexportadora de fines del siglo XIX. Exactamente el momento al que Milei dijo en campaña que quería volver. Nadie le puede decir que no nos haya avisado.
